martes, 18 de marzo de 2014

Bajo la misma estrella // John Green





Título: Bajo la misma estrella
Autor: John Green
Editorial: Nube de tinta
Páginas: 304

A Hazel y a Gus les gustaría tener vidas más corrientes. Algunos dirían que no han nacido con estrella, que su mundo es injusto. Hazel y Gus son solo adolescentes, pero si algo les ha enseñado el cáncer que ambos padecen es que no hay tiempo para lamentaciones, porque, nos guste o no, solo existe el hoy y el ahora. Y por el lo, con la intención de hacer realidad el mayor deseo de Hazel -conocer a su escritor favorito-, cruzarán juntos el Atlántico para vivir una aventura contrarreloj, tan catártica como desgarradora. Destino: Amsterdam, el lugar donde reside el enigmático y malhumorado escritor, la única persona que tal vez pueda ayudarles a ordenar las piezas del enorme puzle del que forman parte...

(casa del libro)


No me juzguéis. En serio, no lo hagáis. Que esta sea la primera reseña del blog es pura casualidad. Por que yo NUNCA leo estas cosas. NUNCA. Cuándo hablo de estas cosas, no me refiero a libros románticos (que tampoco leo muchos, últimamente) sino a libros tristes, pero de esos tristes tristes, los que des de el minuto -1000 sabes que vas a llorar. Probablemente, que no los lea, sea un efecto colateral de que sean tan jodidamente tristes.

Cuando empecé a leer Bajo la misma estrella, tenía muy claro que me encontraría. Ya se habían encargado de informarme Tumblr e Instagram, creedme. Pero en un arrebato de valor, me lancé y lo compré. Y una vez había invertido en él, que menos que leerlo, ¿no?


alharazeenkhaled:

Maybe Okay will be our always “Partimos de la premisa de que los dos protagonistas tienen cáncer. Pero esto, en el libro no importa. O al menos no importa tanto como los libros, los videojuegos, las metáforas y el amor. No importa tanto como los tiros libres angustiados. No importa tanto como los cigarrillos sin encender. Como los pensamientos, que son como estrellas que no pueden juntarse en constelaciones. Como el champán. Como Amsterdam. No importa tanto como Hazel, ni como Gus.

La pluma de John Green me ha sorprendido. Mucho. Podría decir que me ha enamorado, y no puedo esperar a encontrar cualquier otro de sus libros en las librerías. Es capaz de crear personajes reales, sorprendentes y llenos de humanidad, que tienen pequeñas cosas que, como a las personas, los hacen únicos. Y no, no hablo de que Hazel tenga pulmones que no quieren ser pulmones y se pase la vida arrastrando una bombona de oxigeno. Tampoco de que Gus lleve una pierna ortopédica.

Hablo de Hazel y su relación con su madre, hablo de Gus y sus metáforas. Hablo de esas pequeñas rarezas que los hacen especiales, pero a la vez, normales y corrientes. Porque todos las tenemos.

Hay otra cosa de este escritor que me ha parecido fantástica, y que me hace apostar por él de nuevo: su romanticismo cotidiano. No sé si me entendéis. Esa capacidad de hacer entrever el amor en cosas del día a día, sin pomposidades. Incluso cuando los protagonistas hacen cosas extraordinarias el uno por el otro, muy extraordinarias, sigue siendo un amor dulce, amable, sin ningún tipo de edulcorante.



Al principio, tuve miedo de que fuera otro Federico Moccia, de morir de una subida de azúcar, de vomitar arco iris. Pero no. Este hombre ha sido capaz de mostrarnos el amor de los protagonistas en las pequeñas y las grandes cosas. Y yo me quedo con las pequeñas. Con los momentos más difíciles que superaron juntos. Con los columpios. Con el final. Con los últimos capítulos. Allí. Justo allí es donde se ve que para ellos, eso es de verdad. Y esto, es lo mejor. Que te lo crees. Que sabes que en alguna parte, habrá un Gus, una Hazel, que podría pasar.

A parte de la suya, hay otras historias increíbles. Pero si tengo que quedarme con una, me quedo con la de Van Houten. No voy a deciros quién es, ni porque. Simplemente, confesar que lloré tanto con la suya como con la principal, y eso es mucho. Es un tipo de amor distinto, aún más desgarrador si cabe que el de los protagonistas.

Y ahora, quiero destacar lo mejor de la novela. El final. Ese final. Ese final dulce, nostálgico y entreabierto que te deja sin aliento. Recuerdo que me quede sin respiración, con lágrimas enormes resbalándome por las mejillas, cuando terminé de leerlo.

Algunas veces lees un libro, sientes un extraño afán evangelizador y estás convencido de que este desastrado mundo no se recuperará hasta que todos los seres humanos lo lean. Como con Bajo la misma estrella.

Así que, leedlo. Okay?

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